¿Qué es y cómo se usa el mijo?
El mijo un cereal muy versátil El mijo es uno de los cereales más ricos en hierro, 60 gramos de este cereal cubren el 41% de la necesidad diaria. Además contienen un 20% de magnesio que ayuda a regular la función de los músculos y el sistema nervioso. Por eso es un buen aliado en casos de debilidad física o psíquica.
Su contenido en vitamina B1, B2 y B9 triplica las del resto de cereales por lo que lo hace un cereal muy apropiado para regenerar el sistema nervioso y es muy recomendado para persona que realizan un fuerte trabajo intelectual y también para las mujeres embarazadas y durante la lactancia.
Su fuente excepcional de hierro lo hace muy indicado para casos de debilidad física, fatiga, anemia o menstruaciones abundantes. Además de combatir el agotamiento y permitir la recuperación tras un esfuerzo físico.
Favorece la regeneración celular y por lo tanto se considera excelente para fortalecer la salud de la piel, el cabello, uñas y dientes.
Cabe resaltar que le mijo no contiene gluten de manera que es una opción perfecta para las personas con intolerancia al gluten.
Energéticamente, siguiendo la filosofía macrobiótica, nutre las funciones del estomago, bazo y páncreas lo que lo hace un buen alimento para personas con desequilibrios con el azúcar en sangre, personas con molestias estomacales o personas con un sistema inmune débil.
¿Cómo se cocina?
El mijo es muy versátil en la cocina y dependiendo de la cantidad de agua que se le añada podemos obtener un resultado u otro:
Generalmente se cocina con 3 taza de agua por uno de mijo dejando una textura aglutinante ideal para realizar croquetas y hamburguesas. Cuando agregamos una cucharada de mijo cocido de esta forma a nuestras cremas de verduras les aportamos cremosidad. Si añadimos a las 3 taza de agua por uno de mijo un extra de aceite y una reducción de cebolla y coliflor, al triturarlo obtendremos como resultado un delicioso puré tipo ajoarriero.
Cocido con verduras dulces tipo calabaza y zanahoria y 3 tazas de agua conseguiremos una textura de pastel.
Al cocinarlo con menos agua 2 tazas por 1 de mijo conseguiremos una textura de ensaladilla.
Y si le agregamos 5 tazas de agua por una de mijo en una cocción de una hora, tendremos un porridge nutritivo para desayunos.
Recuerda que el envase del mijo es 100% compostable y debe tirarse al contenedor orgánico para propiciar un correcto compostaje. En tan solo 180 días volverá a la tierra en forma de compost para iniciar el círculo de nuevo. Descubre más sobre este tema.
Ensaladilla rusa
Osagaiak:
1 vaso de mijo lavado
2 tazas de agua Una pizca de sal
1 trozo pequeño de alga kombu
1 tallo de apio 1 zanahoria
1 pepino 200 gramos de tofu ahumado
1 cebolleta tierna
Un puñado de guisantes
Un manojo de perejil aceite de oliva
1 trozo de tofu natural previamente cocido
Prestaketa:
1. Cocemos el mijo en 2 medidas de agua con un trocito de alga kombu y una pizca de sal 10 minutos a fuego alto y 20 a fuego bajo.
2. Cortamos la zanahoria y la cebolla a trozos pequeños.
3. Dejamos macerando con un poco de vinagre de umeboshi y reservamos.
4. Cortamos el resto de verdura y el tofu ahumado a trozos pequeños y reservamos.
5. Mezclamos todos los ingredientes con el mijo.
6. Trituramos el tofu fresco con sal y un poco de agua y aceite de oliva para conseguir una mayonesa ligera.
7. Cortamos el perejil y añadimos a la ensaladilla
Ajo arriero vegano
Versión vegana del típico plato de la región de Cuenca y Aragón.
Osagaiak:
100 gramos de mijo
500 ml ur
100 gramos de coliflor
3 cebollas medianas
6 cucharadas de aceite de oliva sal pimienta
Prepración:
1. Cortamos las cebollas en medias lunas finas.
2. Fileteamos la coliflor
3. Agregamos el aceite a una olla exprés y salteamos las cebollas y la coliflor con una pizca de sal.
4. Reducimos durante media hora
5. Incorporamos el mijo y el agua
6. Cerramos la olla con la válvula y cocemos 10 minutos a fuego alto.
7. Bajamos el fuego y cocemos durante 30 minutos más a fuego mínimo
8. Una vez abierta la olla, trituramos hasta conseguir una textura de puré.
9. Servir con un poco de pimienta.
Patricia Restrepok idatzitako artikulua